La obediencia a Dios
QUESTION: ¿Cuán importante es la obediencia a Dios en mi vida diaria?ANSWER:La obediencia a Dios es muy importante en su crecimiento cristiano. En esta vida, nunca nadie llegará a santificarse lo suficiente hasta el grado de obedecer siempre la ley, pero podemos honrar y mantener la obediencia a Dios reflexionando o meditando acerca de las palabras de Jesús. El término "reflexionar" significa sopesar mentalmente, pensar o meditar, especialmente callada y profundamente. Reflexionar sobre algo es como la meditación, la cual implica enfocar determinadamente nuestros pensamientos en algo para comprenderlo profundamente. El autor de Proverbios 14:15 lo dice muy bien: "El simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos."
El más grande mandamiento es amar a Dios guardando Sus mandamientos. Mateo 22:36-38 dice: "'Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la Ley?'" Jesús les dijo: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con oda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más grande mandamiento.'"
Usted dirá: "¿Cuán importante es la obediencia a Dios?" En el evangelio de Juan, la obediencia a Dios se subraya repetidas veces. Juan 14:15 dice: "Si me amáis, guardad mis mandamientos."
El más grande mandamiento es reiterado en Mateo 22:36-40, el cual dice: "'Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la Ley?' Jesús les dijo: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.' De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas."
Jesús se preocupa mucho por nosotros y desea que hagamos algo más que sólo buenas obras; desea que creamos en Él. Desea que crezcamos más y seamos "como" Él. Cuando obedecemos a Dios, hacemos precisamente eso: Conociéndolo, amándolo, y teniendo una íntima relación personal con Él. Para hacer esto, debemos estar atentos a las leyes de Dios. Esto no es opcional, porque usted no puede tener una relación íntima con Jesús y pisotear las palabras que Él enseñó. Obedecer a Dios no es lo mismo que respetar los límites de velocidad para que no lo multen. Obedecer a Dios es vivir la Palabra de Dios porque usted quiere y disfruta llenarse con el amor de Jesús.
¡Debemos creer en Jesús, debemos tener fe en Él, y debemos confiar en Él! El sólo llamarnos cristianos no funciona. Guardar los mandamientos paso a paso no funciona. Leer la Biblia diligentemente no funciona. Tenemos que meternos la Palabra en nuestros corazones. Cuando hacemos la transición de llamarnos buenos cristianos, a ser alguien que tiene una profunda e íntima relación personal con el Señor, entonces podemos experimentar el más grande gozo, la más profunda paz, y recibir la totalidad del amor y poder de Dios cada uno de los días de nuestras vidas.
Debemos entrar en el reposo de Dios, y preocuparnos menos acerca de qué más podríamos hacer para lograr que Jesús nos ame más. Hebreos 4:10 dice: "Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas." Sería de gran valor si usted pasara tiempo leyendo la Palabra de Dios y reflexionara en un solo aspecto a la vez. Entre en la escena, imagínese cómo sería haber estado allí, imagínese a Jesús en su mente, sienta el amor, y experimente una profunda e íntima relación con el Señor.
Esa es la esencia de la obediencia a Dios.
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