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Contentamiento Cristiano


Contentamiento Cristiano – El Mensaje de Fe, A Pesar de nuestras Ansiedades
El contentamiento cristiano es difícil. Es cierto, nuestra cultura y sociedad no facilitan el contentamiento. La sociedad siempre está demandando que nos ajustemos a la nueva imagen que ha establecido, sólo para cambiar esa imagen tan pronto estamos a punto de alcanzarla. A diferencia de la imagen de Cristo, que nunca cambia, la imagen que el mundo propone cambia continuamente.

"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación" (Filipenses 4:11).

Un perfecto ejemplo de cómo la imagen del mundo cambia constantemente es mirar la industria de la belleza. Durante mi vida adulta, lo que es se ha proyectado como belleza física ha cambiado del tipo de belleza de Marilyn Monroe (muchas curvas) al de Twiggy (sin curvas) al de Cindy Crawford (alta y con busto) al de Kate Moss (ultra delgada) hasta lo que es ahora la manía de tener que tatuarse y perforarse para lucir atractiva (sólo espere unos cincuenta años). Todavía peor es la proyección actual hacia las jóvenes de que para ser atractivas deben tener implantes.

Luego está la adicción constante a las cosas que debemos tener si queremos ser realmente felices. Es imperativo tener casas más grandes con más garajes para albergar a nuestros vehículos más caros y lujosos. Prestigiosos empleos con títulos impresionantes, oficinas con ventanales que hagan esquina, con beneficios asombrosos, y con un plan de ahorros para jubilación en el que la compañía iguala el 100% de las contribuciones, son requeridos para la felicidad. Ahora, usted puede añadirle a esto la última televisión de pantalla grande, el último sistema de juego, el iPod con la memoria más grande, y, por supuesto, la cámara digital con más mega-píxeles. Usted dirá que todas estas son cosas mundanas, y que usted está por encima del buscar las cosas del mundo. Usted realmente está tratando de servir a Dios y de obtener bendiciones espirituales, no bendiciones materiales. ¡Excelente! Parece ser que usted ha estado escuchando. Pero desafortunadamente, la aplicación de este principio parece ser tan difícil para la iglesia como lo es para el mundo.


Contentamiento Cristiano – ¿Qué Sucede en la Iglesia?
¿Se ha detenido a echarle una mirada a la iglesia últimamente? Si lo ha hecho, puede advertir que encontrará muy poco contentamiento cristiano allí. Miembros de iglesias están descontentos con sus pastores. Los pastores están frustrados con sus directivas. Los equipos de alabanza y adoración están en desacuerdo sobre el estilo de música en el servicio. Los padres no están satisfechos con los programas juveniles. La juventud se desconecta si no son entretenidos. Luego, por supuesto, tenemos esas iglesias de cien miembros que no están satisfechos sino hasta que tengan doscientos, mientras que aquellas que ya tienen los doscientos miembros desean tener cuatrocientos. Usted pensaría que la iglesia que tiene cinco mil miembros seguramente está satisfecha, pero no, están haciendo planes para crecer a diez mil.

Tampoco podemos dejar fuera a las familias cristianas que constituyen a la iglesia promedio. Las estadísticas nos dicen que el número de divorcios entre cristianos es por lo menos igual al promedio nacional. Esto significa que los esposos no están satisfechos con sus esposas, y que las esposas están hartas de sus maridos. La depresión, el abuso de drogas y de alcohol, e incluso el suicidio entre adolescentes en hogares cristianos es un problema tan grande como lo es para aquellos adolescentes en hogares no cristianos. ¿Cómo entonces, con todo esto aconteciendo a nuestro alrededor, podemos tener contentamiento? ¿Cómo puede tener un cristiano una actitud de contentamiento en este problemático mundo?


Contentamiento Cristiano – Algunos Pasos Sugeridos
He aquí cinco pasos sugeridos para aprender a tener contentamiento cristiano:

Paso Número Uno: El primer paso en el camino para tener contentamiento es reconocer que tener contentamiento no es algo que Dios nos da, sino algo que nosotros tenemos que aprender y poner en práctica. No vale la pena orar: "Dios, por favor, dame contentamiento." La respuesta de Dios será: "No, ¡conténtate tú mismo!" Note que la declaración de Pablo en nuestro texto es "…he aprendido a contentarme." Así como descubrimos en el primer principio sobre el pecado, así es con el contentarse; ¡para el creyente es un asunto de elección!

Paso Número Dos: El próximo paso para aprender a tener contentamiento cristiano es ser capaz de distinguir las cosas que son eternas de las cosas que son temporales. Somos seres inmortales, creados para vivir en un futuro eterno. No puedo ni explicar lo largo que eso es. ¿Cuánto tiempo es para siempre? Debemos entender que Dios tiene un plan eterno para nosotros, que va mucho más allá de lo que podemos ver o imaginar. Si nuestra visión del futuro sólo llega hasta el final de esta vida física, nunca estaremos contentos. Escuche como Pablo instruye a Timoteo en estos versículos:

"Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto" (1ra de Timoteo 6:6-8).

Para ser honestos, hay momentos en esta vida cuando las cosas no parecen ser justas ni ir como debieran. Por fe nosotros debemos confiar que en el plan de Dios para nuestro futuro eterno estos reveses temporales, estos obstáculos momentáneos, estas injusticias temporales, son para nuestro beneficio. Debemos confiar en Dios, cuyo caminos son más altos que nuestros caminos y cuyos pensamientos son más altos que nuestros pensamientos (Isaías 55:9). He escuchado decir que sólo las cosas realmente importantes en la vida son las cosas que seguirán siendo importantes en mil años. La próxima vez que usted esté propenso al descontento sobre algún asunto, pregúntese cuánto tiempo importará.

Paso Número Tres: El próximo paso en nuestra lista para aprender a tener contentamiento es desarrollar una actitud agradecida. Es virtualmente imposible estar agradecido y descontento al mismo tiempo. Por eso la Biblia habla tanto acerca de tener un corazón agradecido y de siempre dar gracias al Señor. Aún cuando las cosas no vayan necesariamente como queremos, hay mucho por lo que estar agradecido. Considere por ejemplo: Colosenses 1:12-14: "...dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar en la herencia de los santos en luz. El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados." Solamente esto nos debería hacer gritar de alegría y debería descartar cualquier duda de que Dios no está de nuestro lado, porque la Biblia dice: "si Dios es por nosotros ¿quién contra nosotros?" Y en caso de que usted haya olvidado el segundo paso, regrese y medite sobre lo eterno contra lo temporal una vez más. De ser necesario, cante el viejo himno que le dice que "cuenta tus bendiciones, dilas una por una, ¡y te sorprenderá lo que el Señor ha hecho!" Puede requerir cierta práctica, pero comience inmediatamente a ser una persona agradecida, una persona con una actitud agradecida. ¡Nunca estará contento hasta que lo haga!

Paso Número Cuatro: Un cuarto paso para aprender a tener contentamiento cristiano es asegurarse de que servimos por inspiración. A veces podemos tener un deseo y una convicción muy fuerte de hacer algo para Dios. Ponemos nuestros corazones en una tarea, y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para hacer que las cosas sucedan. El llamado es digno, los resultados son piadosos, y nuestros esfuerzos son encomiables. Pero por alguna razón no estamos satisfechos. Necesitamos un llamado más elevado, mejores resultados, y más esfuerzo. Mientras más cosas logramos para Dios, más queremos alcanzar. Suena como si esa persona está dedicada y comprometida con la visión que Dios le ha dado. Pero si eso fuera verdad, habría paz y contentamiento. Cuando esto falta, debemos examinarnos para ver si lo que nos impulsa es motivación en lugar de inspiración.

Pat Corn, un buen amigo mío, tiene una excelente enseñanza sobre la diferencia entre la motivación y la inspiración. La motivación es una fuerza exterior al hombre, mientras que la inspiración es un movimiento interno de Dios. Si estamos motivados a lograr algo grande para Dios, nunca habrá paz ni contentamiento. Esta motivación puede venir de otro individuo, o puede provenir de nuestros propios deseos egoístas. Quiero tener éxito. Quiero ser reconocido. Quiero ser apreciado. Quiero ser admirado. Quiero tener la iglesia más grande de esta ciudad. Quiero que otros me reconozcan por lo que he logrado para Dios. ¿Puede ver por qué nunca habrá contentamiento si la motivación es lo que nos impulsa? Por otro lado, la inspiración es un movimiento de Dios en la vida de una persona. El objetivo de la inspiración no es honrar al yo, sino darle la honra a Dios. Cuando servimos a Dios por inspiración, no importará si obtenemos crédito, o si obtenemos reconocimiento, o si nadie nota lo que estamos haciendo. Nuestro único deseo será que Dios sea glorificado.


Contentamiento Cristiano – Último Paso
Por último, si vamos a alcanzar contentamiento cristiano, debemos aceptar que no podemos hacer todo lo que se necesita hacer. Esto tiene que ver con enfoque. Podemos ver muchas necesidades que necesitan ser satisfechas, mucho trabajo por hacer, y multitudes de personas a ser alcanzadas. Sin embargo, Dios no ha llamado ni le ha dado dones a ningún individuo para hacerlo todo él mismo. Es fácil olvidarnos que Dios conoce todas esas necesidades, todo ese trabajo, y toda la gente que necesita ser alcanzada. El no ha perdido el control, ni tampoco ha dejado de obrar en las vidas de otros creyentes. Debemos concentrarnos en lo que hemos sido llamados a hacer, y confiar que Dios está levantando gente para hacer todas las cosas para las que nosotros no tenemos el tiempo ni la energía. Cuando reconocemos que Dios es quien está en control, no nosotros, entonces podemos encontrar paz y aprender a tener contentamiento.

¡Aprenda Más!

Presentado con autorización del folleto, Free to Serve God: 7 Principles Every Believer Should Know,por James O. Jones, Jr. (Light of Life Ministry, edición revisada del 2009). Cortesía de James O. Jones, Jr., y Light of Life Ministry. Todos los derechos reservados en el original.



¿Tú qué piensas?
Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

¿Cuál es su respuesta?

Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesus

Todavia tengo preguntas





¿Cómo puedo conocer a Dios?




Si murieras hoy, ¿iría usted al cielo?


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