Combatiendo la Tentación

Combatiendo la Tentación - Definiendo Tentación
El combatir la tentación describe una batalla que es tan espiritual como emocional o física. El ser tentado no es un pecado. Todo el mundo es tentado y a niveles diferentes. ¡Hasta Jesús fue tentado! La tentación ocurre cuando la oportunidad se presenta para hacer lo que sabemos que es malo, ya sea contra Dios, nosotros mismos, u otros. El ser tentado no es malo - es la decisión de hacer lo malo y la acción correspondiente que sigue.

A veces podemos confundir la tentación con pruebas de Dios para nuestros corazones, pero la tentación y las pruebas de Dios son muy diferentes, aunque la mayoría de las veces ¡lo que estamos experimentando son las dos cosas! Las pruebas de Dios presentan la oportunidad de hacer aquello que lo complace. Cuando Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac, Abraham estaba siendo probado - tanto en su corazón, para obedecer a Dios, como en su habilidad de confiar en Él (Génesis 22). La Palabra de Dios claramente dice que Él prueba el corazón y prueba la fe. Proverbios 17:3 dice: "El crisol para la plata y la hornaza para el oro, pero Jehová prueba los corazones."

En el momento en que la estamos experimentando, tal vez no seamos capaces de distinguir la diferencia entre prueba y tentación. Después, si buscamos los propósitos de Dios en nuestro dilema, seguramente entenderemos las intenciones de Dios.

La tentación puede ocurrir a muchos niveles. Podemos ser tentados a comer algo que no debemos por razones de salud. Podemos estar atrapados en un patrón perjudicial de pensamiento, o peligrosamente envueltos en un estilo de vida que es perjudicial. En todos los casos, la tentación es raramente un evento que ocurre una sola vez.

Las pruebas pueden ocurrir más de una vez de maneras similares, pero la tentación es casi siempre cíclica. Santiago 1:12-16 discute el proceso de ser tentado: "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces, la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis."

Combatiendo la Tentación - Dios Permite la Tentación
Combatir la tentación es una lucha que Dios permite, porque se gana o se pierde a nivel espiritual. Él desea que soportemos cuando somos tentados y promete que habrá una salida. Cuando somos grandemente tentados, podría parecer que no exista una salida. Pero el Dios que nos creó sabe lo que podemos resistir y soportar y es Él quien provee una vía de escape. 1a de Corintios 10:13 dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar."

Dependiendo de cuál sea Su meta en nuestras vidas, la vía de escape de Dios podría ser el llevarnos a través de la tentación, o puede darnos la fuerza para vencerla. Su deseo es que no caigamos en la tentación, sino que procedamos a través de ella y la dominemos, en vez de ella dominarnos a nosotros. ¡Dios quiere que venzamos! 1a de Pedro 1:3-8 nos recuerda: "¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo! Que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas. Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo."

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